Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 119:66-82 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

66. Dame la sabiduría y el conocimiento que necesito, porque confío en tus mandamientos.

67. Antes yo no andaba en tu camino y sufría mucho, pero ahora cumplo fielmente tu palabra.

68. Tú eres bueno, y haces el bien; enséñame tus mandatos.

69. Gente mala que se cree mejor que yo mintió sobre mí, pero yo sigo cumpliendo de todo corazón tus instrucciones.

70. Ellos tienen la mente embrutecida; yo, en cambio, disfruto tus enseñanzas.

71. Fue bueno que yo sufriera tanto, porque así aprendí tus mandatos.

72. La enseñanza que sale de tus labios vale más para mí que todo el oro y la plata del mundo.

73. Tus manos me crearon, tú me formaste; ayúdame ahora a aprender y entender tus mandamientos.

74. Los que te respetan se alegran al verme, porque en tu palabra he puesto mi esperanza.

75. SEÑOR, yo sé que tus órdenes son justas y que fue necesario que me castigaras,

76. pero ahora te pido que me consueles con tu fiel amor, tal como me lo prometiste.

77. Muéstrame tu fiel amor y déjame vivir, pues disfruto de tus enseñanzas.

78. Que sea castigada esa gente arrogante que me atacó y mintió sobre mí; yo siempre sigo tus instrucciones.

79. Que los que te respetan regresen a mí y puedan aprender tus enseñanzas.

80. Ayúdame a obedecer de corazón tus mandatos para que nunca tenga que sufrir pena y humillación.

81. Estoy agotado esperando que me salves, pero confío totalmente en tu palabra.

82. Mis ojos ya están cansados de tanto esperar tu promesa y digo: «¿Cuándo me consolarás?»

Leer capítulo completo Salmos 119