Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 119:111-124 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

111. Tus requisitos me enseñan lo más valioso; hacen feliz mi corazón.

112. Siempre me esforzaré por obedecer tus mandatos hasta el final.

113. Odio a la gente hipócrita, pero amo tus enseñanzas.

114. Tú eres mi refugio y mi protector; confío en tu palabra.

115. Aléjense de mí, perversos, que quiero obedecer los mandamientos de mi Dios.

116. Dame el apoyo que me prometiste y viviré; confío en ti, no me decepciones.

117. Ayúdame y estaré a salvo para obedecer siempre tus mandatos.

118. Tú rechazas a todos los que abandonan tus mandatos porque sus pensamientos son falsedades.

119. Tú consideras chatarra inservible a los perversos que hay en la tierra, y por eso amaré tus enseñanzas para siempre.

120. Mi cuerpo tiembla de miedo, porque te temo y respeto tus leyes.

121. He hecho lo que es justo y honesto; no me dejes en manos de quienes quieren explotarme.

122. Haz bien a tu siervo y no permitas que los arrogantes me opriman.

123. Mis ojos están ya cansados de tanto esperar tu salvación, de esperar que se cumpla tu promesa de justicia.

124. Trata a este siervo tuyo conforme a tu fiel amor; enséñame tus mandatos.

Leer capítulo completo Salmos 119