15. La vida del ser humano es como la hierba, florece como la flor del campo,
16. apenas el viento sopla con fuerza, muere, y ya nadie sabe ni siquiera en dónde estaba.
17. Pero el fiel amor del SEÑOR hacia quienes lo respetan, siempre ha existido y seguirá existiendo. Su justicia es de generación en generación
18. con la gente que sigue sus enseñanzas y no se olvida de obedecer sus mandamientos.
19. El SEÑOR ha colocado su trono en el cielo; y desde allí su reino lo controla todo.
20. Alaben al SEÑOR, ustedes sus ángeles, soldados poderosos que lo obedecen, que escuchan a Dios y obedecen sus órdenes.
21. Alaben al SEÑOR todos sus ejércitos, siervos que cumplen la voluntad de Dios.
22. Alabe al SEÑOR toda la creación, en todos los lugares de su dominio. ¡Alma mía, alaba al SEÑOR!