9. »Tú viste el sufrimiento de nuestros antepasados en Egipto y escuchaste sus lamentos en el Mar Rojo.
10. Les diste señales y obraste milagros en contra del faraón, de sus servidores y de toda la gente de esa tierra porque sabías que ellos maltrataban a nuestra gente. Así te volviste famoso y aún lo sigues siendo.
11. Tú dividiste el Mar Rojo frente a ellos para que pudieran pasar caminando en medio de las aguas, sobre tierra seca. Arrojaste al mar a los soldados egipcios que los perseguían, y se hundieron como una roca en medio de aguas turbulentas.
12. Tú guiaste a tu pueblo con una nube durante el día y con una columna de fuego durante la noche para alumbrarles el camino que debían seguir.