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Nehemías 9:13-31 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

13. »Tú bajaste al monte Sinaí y les hablaste desde el cielo. Les diste reglas justas, enseñanzas verdaderas, órdenes buenas y mandamientos.

14. Les hablaste de tu día de descanso: el sábado. Utilizaste a tu siervo Moisés para darles las órdenes, mandamientos y leyes.

15. »Los alimentaste desde el cielo para calmar su hambre, y sacaste agua de una roca para calmar su sed. Les dijiste que fueran y ocuparan la tierra que les habías prometido.

16. »Pero nuestros antepasados actuaron con arrogancia. Fueron tercos y no obedecieron tus órdenes.

17. Se negaron a escuchar y se olvidaron de los milagros que habías hecho frente a ellos. Fueron tercos y decidieron regresar a Egipto y convertirse de nuevo en esclavos. Pero tú eres un Dios que perdona. Eres compasivo y misericordioso, no te enojas con facilidad y estás lleno de fiel amor y por eso no los abandonaste.

18. »No los abandonaste ni siquiera cuando hicieron con metal una imagen de un becerro y dijeron que ese era el dios que los había sacado de Egipto. Cuando te ofendieron tanto,

19. no los abandonaste en medio del desierto, por tu gran bondad. La nube no dejó de guiarlos en el día y la columna de fuego en la noche, no dejó de alumbrar el camino que debían seguir.

20. »Les diste tu buen Espíritu para que les enseñara. No les quitaste tu maná para alimentarlos y les diste agua para calmar su sed.

21. Los cuidaste durante cuarenta años en el desierto y allí no les faltó nada. Sus ropas no se desgastaron y sus pies no se hincharon.

22. »Les diste reinos y naciones. Les diste tierras lejanas en las que vivía poca gente. Recibieron las tierras de Sijón, rey de Hesbón y de Og, rey de Basán.

23. Tú hiciste que sus descendientes fueran tan numerosos como las estrellas del cielo. Los trajiste a la tierra que le prometiste a sus antepasados.

24. Los niños entraron y ocuparon esa tierra y tú humillaste a los cananeos que vivían allí. Tú dejaste que nuestros antepasados hicieran lo que quisieran con los cananeos y con sus reyes.

25. Ellos capturaron ciudades fuertes y tierras fértiles. Se apropiaron de casas llenas de cosas buenas, de pozos ya cavados, de viñedos, de árboles de olivo y de muchos árboles frutales. Comieron y comieron hasta que se saciaron y engordaron. Disfrutaron de tu gran bondad.

26. »Pero ellos fueron desobedientes y se rebelaron contra ti. Arrojaron al piso tus enseñanzas. Mataron a tus profetas que les habían advertido que volvieran a ti. Te insultaron terriblemente.

27. »Por eso tú entregaste nuestra gente a los enemigos que los trataron muy mal. Cuando estaban en dificultades, gritaban pidiendo tu ayuda y tú los escuchabas desde el cielo. Gracias a tu gran bondad, tú enviaste salvadores que los rescataran del poder de sus enemigos.

28. Pero tan pronto como se libraban de sus enemigos, volvían a hacer lo que para ti estaba mal y por eso los abandonaste y los dejaste bajo el poder de sus enemigos para que los gobernaran. Pero cuando te imploraron ayuda de nuevo, tú los escuchaste desde el cielo y los rescataste gracias a tu bondad.

29. Tú les advertiste que regresaran a tu ley, pero ellos fueron necios y no obedecieron tus órdenes. Violaron tus leyes que son las que dan vida a quienes las obedecen. Ellos fueron tercos y desobedientes.

30. »Tú fuiste paciente con ellos durante muchos años y les advertiste por medio de tu Espíritu, a través de tus profetas. Pero ellos no escucharon, así que tú los entregaste a naciones extranjeras.

31. Pero gracias a tu bondad, no los destruiste por completo y no los abandonaste porque eres un Dios bueno y compasivo.

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