Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Nehemías 13:7-15 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

7. Así que regresé a Jerusalén y allí descubrí el mal que Eliasib había hecho dándole un cuarto a Tobías en el templo de nuestro Dios.

8. Me enojé mucho por eso y arrojé todas las cosas de Tobías a la calle.

9. Luego ordené que esos cuartos fueran purificados y puse de nuevo allí los utensilios del templo de Dios, junto con las ofrendas de trigo y el incienso.

10. También me enteré de que a los levitas no les estaban entregando las porciones que les correspondían y que por eso los levitas y los cantores habían regresado a trabajar en sus campos.

11. Reprendí a los funcionarios y les dije: «¿Por qué han descuidado el templo de Dios?» Luego reuní a todos los levitas y les dije que regresaran a trabajar en el templo.

12. Entonces todo el pueblo de Judá trajo la décima parte del trigo, del vino y del aceite a las bodegas del templo.

13. Luego encargué de las bodegas al sacerdote Selemías, al escriba Sadoc y a un levita llamado Pedaías. Nombré como ayudante a Janán, hijo de Zacur y nieto de Matanías. Sabía que podía confiar en ellos debido a su honestidad. Tenían la responsabilidad de entregar a sus hermanos las porciones que les correspondían.

14. Ten presente, Dios mío, todo lo que hice y no te olvides de las buenas obras que he hecho por el templo de mi Dios y por su servicio.

15. En aquellos días vi en Judá gente que estaba haciendo vino en el día de descanso, y traían montones de trigo y lo cargaban sobre los burros. Vi gente el día de descanso cargando vino, uvas, higos y toda clase de cosas para llevarlo a Jerusalén. Así que les reprendí y les advertí que no debían comerciar en día de descanso.

Leer capítulo completo Nehemías 13