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Levítico 8:22-34 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

22. Luego trajeron el segundo carnero, el que se usaría para consagrar a Aarón y a sus hijos como sacerdotes y ellos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero.

23. Entonces Moisés degolló al carnero, y usando parte de la sangre la untó en la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de Aarón.

24. Luego pasaron al frente los hijos de Aarón y entonces Moisés puso parte de la sangre en la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de cada uno de los hijos de Aarón. Después Moisés roció la sangre alrededor del altar,

25. tomó la grasa, la cola y la parte grasa del hígado junto con los riñones y la grasa que los cubre, y el muslo derecho del carnero.

26. También Moisés tomó una torta sin levadura, una torta hecha con aceite y una galleta, de la canasta de pan sin levadura que estaba ante el SEÑOR y las colocó en la grasa y sobre el muslo derecho del carnero.

27. Luego colocó todo esto en las manos de Aarón y sus hijos, para que hicieran ante el SEÑOR el movimiento de presentación de la ofrenda.

28. Luego Moisés retiró todo eso de las manos de ellos y quemó todo en el altar con el sacrificio que debe quemarse completamente. Este fue el sacrificio de consagración de los sacerdotes, una ofrenda que se quema como sacrificio al SEÑOR.

29. Luego Moisés ofreció al SEÑOR, con el movimiento de presentación de la ofrenda, el pecho del animal, que era la parte del carnero que le correspondía a Moisés. Hizo tal como el SEÑOR le había mandado.

30. Después Moisés tomó parte del aceite de consagrar y parte de la sangre que estaba en el altar, y las roció sobre Aarón y su ropa, y sobre sus hijos y sus ropas para consagrarlos.

31. Moisés les dijo a Aarón y a sus hijos: «Cocinen la carne a la entrada de la carpa del encuentro, y cómanla ahí con el pan que está en la canasta de las consagraciones. Háganlo como les he dicho

32. y quemen en el fuego todo lo que sobre de la carne y el pan.

33. No deben salir de la entrada de la carpa del encuentro por siete días, hasta que se termine el tiempo de su consagración.

34. El SEÑOR ha mandado hacer lo que se hizo hoy, pues él ordenó esto para purificarlos.

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