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Levítico 10:9-20 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

9. «Tú y tus hijos no deben beber vino ni cerveza cuando entren en la carpa del encuentro, para que no mueran. Esta es una ley permanente que cumplirán de generación en generación,

10. así siempre podrán distinguir claramente entre lo que es sagrado y lo que no lo es, entre lo puro y lo impuro.

11. También enseñarán a los israelitas todas las leyes que el SEÑOR les ha dado a ellos por medio de Moisés».

12. Moisés les dijo a Aarón y a los hijos que le quedaban, Eleazar e Itamar: «Tomen la ofrenda de cereal que ha quedado de las ofrendas quemadas del SEÑOR y cómanla sin levadura al lado del altar porque es muy sagrada.

13. La comerán en un lugar sagrado, ya que es la parte de las ofrendas quemadas del SEÑOR que les corresponde a ustedes y a sus hijos. Eso es lo que se me ha ordenado.

14. »Pero tú, tus hijos e hijas pueden comer en cualquier lugar limpio el pecho del animal que fue presentado con el movimiento de presentación de la ofrenda y el muslo que es la contribución. Esa es la parte que les corresponde a ustedes de las ofrendas para festejar que presentan los israelitas.

15. Tanto el muslo como el pecho serán presentados ante el SEÑOR con el movimiento de presentación de la ofrenda, junto con la grasa de la ofrenda que se quema. Esa será la parte que siempre les corresponderá a ti y a tus hijos, tal como lo ha ordenado el SEÑOR».

16. Moisés pidió el chivo del sacrificio por el pecado, pero ya había sido quemado. Entonces Moisés se enfureció con Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón, y les dijo:

17. «¿Por qué no se comieron el sacrificio por el pecado en el lugar sagrado? Dios se lo ha dado para que quiten el pecado de la comunidad y la purifiquen ante el SEÑOR.

18. Como la sangre no fue traída al interior del santuario, ustedes debieron haberse comido la carne del animal en el lugar sagrado, fuera de la carpa, como yo lo había ordenado».

19. Entonces Aarón le dijo a Moisés: «Mira, mis hijos trajeron hoy su sacrificio por el pecado y su sacrificio que debe quemarse completamente ante el SEÑOR, ¡Y miren la desgracia que me sucedió! Si yo hubiera comido del sacrificio por el pecado hoy, ¿el SEÑOR lo habría aprobado?»

20. Cuando Moisés escuchó esto, se dio por satisfecho.

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