Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Lamentaciones 4:11-16 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

11. El SEÑOR desató toda su furia; derramó el fuego de su ira. Encendió un fuego en Sion que quemó hasta lo más profundo de la tierra.

12. Los reyes de la tierra no lo creyeron. Tampoco lo creyó ningún habitante de la tierra. No podían creer que un enemigo pudiera cruzar los portales de Jerusalén.

13. A causa de los pecados de sus profetas y los crímenes de sus sacerdotes, se derramó dentro de Jerusalén la sangre de gente justa.

14. Los profetas y sacerdotes vagaron ciegamente por las calles, tan manchados por la sangre que nadie quiere tocar sus vestidos.

15. «¡Aléjense, impuros!», les gritaban los demás. «¡Aléjense, no nos toquen!» Debido a que la ruina había caído sobre ellos y quedaron sin hogar, la gente les decía: «Ya no queremos que vivan con nosotros».

16. El SEÑOR mismo los destruyó y ya no los cuida. A los sacerdotes ya no los respetan, y a los ancianos ya no les tienen consideración.

Leer capítulo completo Lamentaciones 4