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Jueces 6:9-25 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

9. Yo los salvé nuevamente del poder de sus opresores e hice que esa gente saliera de su tierra y se la entregué a ustedes.

10. Y luego les dije: ‘Yo soy el SEÑOR su Dios. Ustedes van a vivir en la tierra de los amorreos; pero no deben adorar a sus dioses falsos’. Sin embargo, no me obedecieron”».

11. Después, el ángel del SEÑOR fue a donde estaba un hombre llamado Gedeón. El ángel se sentó bajo el roble que estaba en Ofra. Ese árbol era de Joás, el papá de Gedeón, de la familia de Abiezer. Gedeón estaba limpiando el trigo a escondidas en el lugar donde se pisaba la uva para hacer el vino. Gedeón estaba ahí para poder esconder el trigo rápidamente de los madianitas.

12. El ángel del SEÑOR se apareció ante Gedeón y le dijo: —Que el SEÑOR esté contigo, buen guerrero.

13. Gedeón dijo: —Perdón, señor, pero si el SEÑOR está con nosotros, entonces ¿por qué tenemos tantos problemas? Sabemos que él hizo milagros en favor de nuestros antepasados. Ellos contaron que el SEÑOR los sacó de Egipto, pero el SEÑOR nos ha abandonado y ha permitido que los madianitas nos opriman.

14. El SEÑOR miró a Gedeón y le dijo: —Usa tu fuerza y libera al pueblo de Israel del poder de los madianitas ¡Yo te envío a que los salves!

15. Y Gedeón respondió: —Perdón, señor, pero ¿cómo puedo salvar a Israel? Mi familia es la más débil de todas las familias de Manasés, y yo soy el más joven de todos.

16. El SEÑOR le dijo: —Pero yo estaré contigo. Podrás derrotar a los madianitas como si estuvieras peleando contra un solo hombre.

17. Respondió Gedeón: —Si en realidad estás a mi favor, entonces muéstrame una señal para saber que en verdad tú eres quien ha hablado conmigo.

18. Te ruego que me esperes aquí y que no te muevas hasta que yo regrese. Voy a traer mi ofrenda para ponerla frente a ti. El Señor le respondió: —Esperaré aquí hasta que regreses.

19. Entonces Gedeón entró a la casa y preparó un cordero en agua hirviendo. También preparó pan sin levadura con veinte kilos de harina. Luego, puso la carne en una canasta y echó el caldo en una olla. Gedeón sacó toda esa comida y se la presentó bajo el roble.

20. El ángel de Dios le dijo: —Pon la carne y el pan sin levadura encima de esa roca y derrama el caldo. Gedeón hizo lo que se le ordenó.

21. El ángel del SEÑOR tenía un bastón y tocó la carne y el pan con su punta. Enseguida salió fuego de la roca, la carne y el pan se quemaron por completo y el ángel del SEÑOR desapareció.

22. Entonces Gedeón entendió que había estado hablando con el ángel del SEÑOR, y gritó muy fuerte: —¡Señor DIOS! ¡He visto al ángel del SEÑOR cara a cara!

23. Y el SEÑOR le dijo: —Cálmate, no tengas miedo, no vas a morir.

24. Entonces Gedeón construyó un altar para el SEÑOR en ese preciso lugar. Gedeón llamó al altar «el SEÑOR es la paz». Ese altar todavía se encuentra en la ciudad de Ofra, que es donde vive la familia de Abiezer.

25. Esa misma noche el SEÑOR le habló a Gedeón y le dijo: —Toma el toro más grande y fuerte que tenga tu papá, que ese toro sea de siete años de edad. Lleva el toro hasta el altar que tu papá tiene para Baal y derrúmbalo con él. Derrumba también el poste que está junto al altar porque ese poste es de la diosa Aserá.

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