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Jueces 11:19-38 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

19. »Luego, los israelitas mandaron mensajeros a donde estaba Sijón el rey de los amorreos. Sijón era el rey de Hesbón. El mensaje decía: “Te rogamos que nos dejes pasar por tu territorio para llegar a nuestra tierra”.

20. Pero Sijón, el rey de los amorreos, no confió en los israelitas y no los dejó cruzar por su territorio, sino que reunió a su ejército y levantó un campamento en Yahaza. Entonces el ejército de Sijón peleó contra los israelitas,

21. pero el SEÑOR, Dios de Israel, ayudó a los israelitas a derrotar al ejército de Sijón. Así, los israelitas ganaron la tierra de los amorreos.

22. Los israelitas ocuparon todo el territorio de los amorreos, desde el río Arnón hasta el río Jaboc y desde el desierto hasta el río Jordán.

23. »Entonces fue el SEÑOR quien obligó a los amorreos a salir de su territorio y quien dio esa tierra a los israelitas. ¿Crees que puedes obligar a los israelitas a salir de esa tierra?

24. Con seguridad que puedes vivir en la tierra que te ha dado tu dios Quemós. De igual forma, nosotros vamos a vivir en la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos ha dado.

25. ¿Acaso eres mejor que Balac, el hijo de Zipor? Él era el rey de Moab y nunca fue a pelear ni a discutir con los israelitas.

26. Los israelitas han vivido en Hesbón y en los pueblos a orillas del río Arnón durante trescientos años. ¿Por qué en todo ese tiempo no han tratado de recuperar las tierras?

27. Israel no te ha hecho ningún mal, pero tú te estás portando muy mal con los israelitas. Que el SEÑOR, que es el único juez de verdad, decida si los que tienen razón son los israelitas o los amonitas».

28. Pero el rey de los amonitas no hizo caso del mensaje de Jefté.

29. Jefté, lleno del Espíritu del SEÑOR, recorrió Galaad y Manasés. En Galaad pasó por la ciudad de Mizpa y de allí fue a la tierra de los amonitas.

30. Jefté hizo una promesa al SEÑOR, diciéndole: «Si me ayudas a vencer a los amonitas, entonces al regresar victorioso te haré una ofrenda.

31. La ofrenda será la primera persona que salga de mi casa a recibirme cuando yo regrese».

32. Jefté fue a pelear contra los amonitas y el SEÑOR le ayudó a ganar.

33. Jefté venció a veinte pueblos desde Aroer hasta Minit y hasta Abel Queramín. Así fue como los israelitas dominaron a los amonitas.

34. Jefté regresó a su casa en la ciudad de Mizpa. La primera persona que salió a recibirlo fue su única hija. Ella salió feliz tocando un tamborcillo y bailando.

35. Cuando Jefté vio a su hija que salía primero, se desgarró la ropa para mostrar su tristeza, y dijo: —¡Hija mía, me has destrozado! ¡Me estás causando una gran tristeza! ¡Le hice una promesa al SEÑOR y no puedo romperla!

36. La niña dijo: —Papá, si has hecho una promesa al SEÑOR, cumple lo que prometiste. Después de todo, el SEÑOR te ayudó a derrotar a tus enemigos, los amonitas.

37. Y luego la niña le dijo a su papá: —Primero hazme un favor, déjame estar sola durante dos meses. Déjame ir a las montañas para poder llorar con mis amigas porque ya no me casaré ni tendré hijos.

38. Jefté respondió: —Puedes ir. Así que la mandó lejos durante dos meses. La niña y sus amigas fueron a las montañas y lloraron porque la niña nunca se casaría ni tendría hijos.

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