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Jeremías 6:13-29 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

13. »Desde el más chico hasta el más grande, andan viendo a ver qué se roban. Los profetas y los sacerdotes son todos unos estafadores.

14. Porque curan las heridas de mi pueblo de manera superficial, y dicen: “Todo quedará en paz, tranquilos”, cuando en realidad todo está mal.

15. ¿Acaso les ha dado vergüenza por las cosas horrendas que han hecho? No les ha dado vergüenza de nada, ni siquiera saben lo que es avergonzarse. Por eso caerán junto con todos los demás; cuando castigue a los otros, ellos también caerán». Es la decisión del SEÑOR.

16. Esto dice el SEÑOR: «Párense en los caminos y miren, pregunten por los senderos antiguos, busquen el buen camino y sigan por él. Así encontrarán descanso para su alma. Pero ustedes han dicho: “No queremos seguir el buen camino”.

17. Coloqué unos hombres para que hicieran guardia por ustedes y les advirtieran: “Estén pendientes del sonido de la trompeta”. Pero ellos dijeron: “No estaremos pendientes”.

18. Por eso, naciones, ¡escuchen esto! y ¡entérense de lo que le va a suceder a este pueblo!

19. Que toda la tierra escuche esto: Traeré una desgracia a este pueblo; es lo que se merecen por sus planes perversos, porque no prestaron atención a mis palabras y rechazaron mis enseñanzas.

20. ¿Qué gano yo con el incienso que me traen de Sabá o con el olor de la caña de tierras lejanas? No me gustan sus sacrificios que deben quemarse completamente ni sus otros sacrificios».

21. Por eso el SEÑOR dice esto: «Voy a ponerle tropiezos a este pueblo para que caiga. Padres e hijos, vecinos y amigos, todos morirán».

22. Esto dice el SEÑOR: «Miren, desde el norte viene un ejército; una gran nación se acerca desde los confines de la tierra.

23. Llevan arcos y lanzas, son crueles y no tienen compasión. Sus gritos suenan como el rugido del mar, y van montados a caballo, en perfecto orden, como un solo hombre, ¡para atacarte, hija de Sion!»

24. Hemos oído hablar de ese ejército, y quedamos temblando de miedo. La angustia se apoderó de nosotros, un dolor como de mujer que va a dar a luz.

25. No salgas al campo, ni andes por el camino, porque ahí está la espada del enemigo y hay terror por todas partes.

26. Pueblo mío, vístete con ropas ásperas y cúbrete de ceniza. Haz duelo como si se te hubiera muerto tu único hijo, porque el destructor caerá muy pronto sobre nosotros.

27. «Quiero que tú examines a mi pueblo, que lo mires bien para que observes y evalúes su manera de vivir.

28. Todos ellos son rebeldes y van sembrando calumnias por todos lados. Son como el bronce y el hierro, destructores todos ellos.

29. El fuelle sopla con fuerza y el fuego hace derretir el plomo; pero de nada sirve hacer eso con ellos porque no se apartó al perverso.

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