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Jeremías 44:10-29 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

10. Hasta el día de hoy ustedes no se han humillado, no han sentido temor ni han vivido de acuerdo a las leyes y estatutos que les di a ustedes y a sus antepasados”.

11. »Por lo tanto, esto dice el SEÑOR Todopoderoso, Dios de Israel: “Estoy decidido a enfrentarme a ustedes y a acabar con todo Judá.

12. Tomaré a los que quedaron de Judá y tercamente decidieron irse a vivir a Egipto y haré que mueran allí. Todos morirán, desde el más pequeño hasta el más grande; morirán en batalla o el hambre acabará con ellos. Serán vistos como modelo de maldición, de aniquilamiento, de espanto y humillación,

13. pues castigaré a los que viven en Egipto como castigué a Jerusalén, con guerra, hambre y enfermedades.

14. Ni uno solo de esos pocos que quedaron de Judá y que se fueron a vivir a Egipto, volverá a Judá. Y aunque anhelen volver a Judá para vivir allá, no regresarán, a no ser por algunos refugiados”».

15. Entonces los hombres que sabían que sus esposas ofrecían incienso a otros dioses, al igual que las mujeres que se hallaban presentes, los cuales formaban un grupo grande, más todo el pueblo que vivía en Egipto, respondieron a Jeremías diciendo:

16. —No vamos a hacerle caso al mensaje que nos has dado de parte del SEÑOR.

17. Por el contrario, seguiremos haciendo todo lo que dijimos que haríamos. Seguiremos ofreciendo incienso y ofrendas de vino a la Reina del Cielo, como siempre lo hemos hecho y como lo hicieron nuestros antepasados, nuestros reyes y jefes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos comida en abundancia, nos iba bien y no teníamos ningún sufrimiento.

18. Pero desde que dejamos de ofrecer incienso y ofrendas de vino a la Reina del Cielo, nos ha faltado todo y la guerra y el hambre están matándonos.

19. Y las mujeres añadieron: —Cuando ofrecíamos holocaustos y bebidas a la Reina del Cielo, ¿acaso no sabían nuestros esposos que hacíamos tortas con su imagen y le ofrecíamos ofrendas de vino?

20. Entonces Jeremías le contestó a todo el pueblo, es decir, a todos los hombres y mujeres que le habían respondido así:

21. —¿Creen ustedes que el SEÑOR no se acuerda o no se daba cuenta de que ustedes, sus antepasados, sus reyes, sus jefes y el pueblo en general, ofrecían incienso en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?

22. El SEÑOR ya no podía resistir más las malas acciones y las porquerías que ustedes hacían. Eso fue lo que ocasionó que su país se convirtiera en modelo de maldición, en un lugar en ruinas y sin habitantes, tal como lo es hasta el día de hoy.

23. La tragedia que ustedes han sufrido fue causada precisamente por haber ustedes quemado incienso y pecado contra el SEÑOR, por no haberle hecho caso al SEÑOR ni haber obedecido sus leyes, ni sus ordenanzas ni sus mandatos.

24. Entonces Jeremías les dijo al pueblo y a las mujeres: —Pueblo de Judá que vives en la tierra de Egipto, escucha el mensaje del SEÑOR.

25. Esto dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel: “Ustedes y sus esposas han dicho: ‘Ciertamente cumpliremos nuestra promesa de ofrecer incienso y ofrendas de vino a la Reina del Cielo’. Bueno, con sus hechos demuestran que cumplen lo que prometen, vayan pues y cumplan sus promesas.

26. Pero escucha el mensaje del SEÑOR, pueblo de Judá que vive en Egipto: ‘Juro por mi gran nombre, dice YAVÉ, que ninguno del pueblo de Judá que vive en Egipto volverá a pronunciar mi nombre diciendo “Juro por el Señor YAVÉ”.

27. Porque yo estaré atento para enviarles sufrimiento, no prosperidad. Todo el pueblo de Judá que vive en Egipto morirá en batalla o de hambre, hasta que no quede ninguno.

28. Sólo unos cuantos sobrevivirán de la guerra y regresarán a la tierra de Judá desde Egipto. Así que todos los sobrevivientes de Judá que se fueron a vivir a Egipto sabrán qué palabra se cumplió, si la mía o la de ellos’.

29. Esto les servirá de señal, dice el SEÑOR, de que cumpliré mi amenaza de enviarles dolor y sufrimiento.

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