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Jeremías 4:18-30 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

18. »Todo esto te pasa por tu mala conducta y por el mal que hiciste. Este es tu castigo, castigo cruel que lastima tu corazón».

19. ¡Qué dolor! ¡Qué dolor! Me duele hasta lo más profundo de mi ser; mi corazón se agita en mi interior, no me voy a callar. Es que escuché el toque de trompeta, y el grito de guerra.

20. ¡Un desastre tras otro! Todo el país está en ruinas; en un momento fueron destruidas mis carpas y arrancadas mis cortinas.

21. ¿Cuánto tiempo más tendré que ver la bandera y escuchar la trompeta de guerra?

22. «Porque mi pueblo es tonto, no me conoce. Son unos niños insensatos que no entienden nada. Son muy inteligentes para hacer el mal, pero no saben hacer el bien».

23. Miré la tierra, pero reinaba el caos y no había nada en ella; miré al cielo y no había luz.

24. Miré las montañas y estaban temblando; todas las colinas se estremecían.

25. Miré y vi que no había ningún ser humano, y todas las aves del cielo habían desaparecido.

26. Vi que la tierra fértil se había convertido en desierto y todas las ciudades habían sido destruidas por obra del SEÑOR. Su furia ardiente lo ocasionó.

27. Esto dice el SEÑOR: «Toda la tierra será arrasada, pero no la destruiré por completo.

28. Por eso la tierra estará de luto y el cielo se oscurecerá. He hablado y no voy a retractarme; tomé una decisión y no cambiaré de opinión.

29. »Cuando se escuche el ruido de caballos y de arqueros, los habitantes de todas las ciudades huirán. Algunos se esconderán en cuevas, otros en matorrales, y algunos más treparán por los peñascos. Todas las ciudades serán abandonadas y no quedará nadie en ellas.

30. »Y tú, toda desolada, ¿qué vas a hacer? ¿Qué haces vestida de rojo tan elegante? Llevas joyas de oro y bastante maquillaje en los ojos. Pero te arreglas para nada, pues tus amantes te desprecian y ahora lo que quieren es matarte.

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