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Jeremías 4:1-17 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. El SEÑOR dice: «Israel, si vas a regresar, que sea para volver a mí. Si alejas de mi vista a tus ídolos detestables y no vas tras otros dioses;

2. y si prometes seguir fiel en el nombre del SEÑOR, y lo haces con sinceridad, justicia y honestidad, entonces él bendecirá a las naciones y ellas le cantarán alabanzas».

3. Esto es lo que el SEÑOR le dice a la gente de Judá y de Jerusalén: «Quebranten el barbecho para cultivarlo y no planten semillas entre los espinos.

4. Gente de Judá y de Jerusalén, circunciden sus corazones en honor al SEÑOR, que no quede nada de lo que eran antes. No sea que por toda su maldad mi ira se derrame sobre ustedes como fuego y arda mi furia sin que nadie pueda calmarla.

5. »Díganle esto a la gente de Judá y hagan que los habitantes de Jerusalén lo escuchen: Toquen la trompeta, griten fuerte y digan: “Reúnanse todos y vayan a las ciudades amuralladas”.

6. Levanten una bandera para advertir a Sion que el desastre está cerca. Corran a buscar refugio, no pierdan tiempo. Desde el norte voy a traer desastre y gran destrucción.

7. Un león ha salido de su cueva y el destructor de las naciones está en camino; ha dejado su hogar para ir a destruir tu tierra; tus ciudades se convertirán en un montón de ruinas desoladas.

8. Vístanse con sus túnicas de duelo y lamenten su pena, pues la ardiente furia del SEÑOR no se ha apartado de nosotros.

9. Cuando eso suceda, dice el SEÑOR, el rey y sus comandantes perderán su valor, los sacerdotes se aterrorizarán y los profetas quedarán asombrados».

10. Entonces yo dije: «¡Esto es terrible, Señor DIOS! Tú has engañado a Judá y a Jerusalén diciéndoles que estarían bien cuando en realidad tenían una espada en la garganta».

11. En ese momento se les dirá a este pueblo y a Jerusalén: «Un viento que quema sopla desde las colinas en el desierto y marcha en contra de mi querido pueblo. No es el viento que ayuda a separar el grano de la paja,

12. es un viento más fuerte que ese, yo lo haré venir porque dictaré sentencia contra ellos».

13. ¡Miren! El enemigo se levanta como las nubes, sus carros de combate parecen una tormenta, sus caballos son más rápidos que las águilas. ¡Pobre de nosotros, estamos perdidos!

14. Jerusalén, limpia todo el mal de tu corazón, para que puedas ser salva. ¿Cuánto tiempo más darás cabida en tu cabeza a pensamientos perversos?

15. Alguien trae noticias desde la tierra de Dan; se anuncia el mal desde los montes de Efraín.

16. «Que las naciones escuchen lo que le sucede a Jerusalén, desde tierras lejanas vienen enemigos lanzando gritos de guerra contra las ciudades de Judá.

17. La han rodeado como guardias que vigilan un campo, porque se rebeló contra mí. Es la decisión del SEÑOR.

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