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Jeremías 39:8-18 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

8. Los babilonios incendiaron el palacio del rey y las casas del pueblo, y derribaron las murallas de Jerusalén.

9. Nabuzaradán, comandante de la guardia, llevó cautivos a Babilonia a todos los que quedaban en la ciudad y a los que habían desertado.

10. Sólo dejó en el territorio de Judá a alguna gente de la más pobre y le dio campos y viñedos.

11. En cuanto a Jeremías, el rey Nabucodonosor le dio la siguiente orden a Nabuzaradán, comandante de la guardia:

12. «Toma a Jeremías bajo tu cuidado, no le hagas ningún daño y satisface todas sus peticiones».

13. Entonces Nabuzaradán, comandante de la guardia, Nebusazbán, un alto oficial del ejército, Nergal Sarézer, un alto funcionario, y todos los demás oficiales del rey de Babilonia,

14. ordenaron sacar a Jeremías del patio de la prisión y lo pusieron en manos de Guedalías hijo de Ajicán, nieto de Safán, para que lo llevara de nuevo a su casa. Así que Jeremías vivió en medio del pueblo.

15. Cuando todavía estaba preso Jeremías en el patio de la prisión, la palabra del SEÑOR vino a él, diciendo:

16. «Ve y dile a Ebedmélec, el etíope, que el SEÑOR Todopoderoso, Dios de Israel, dice: “Voy a cumplir el mensaje que anuncié contra esta ciudad, para mal y no para bien. El día que esto suceda, tú serás testigo de ello.

17. Pero en aquel día yo te protegeré, dice el SEÑOR, para que no caigas en manos de esa gente a la que temes”.

18. Puedes tener la seguridad de que yo te libraré, dice el SEÑOR, tu vida será tu botín de guerra por haber confiado en mí».

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