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Jeremías 38:7-15 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

7. El etíope Ebedmélec, funcionario del palacio, oyó que habían echado a Jeremías en la cisterna. Cuando el rey estaba en la puerta de Benjamín,

8. Ebedmélec salió del palacio para hablar con el rey, y le dijo:

9. —Su Majestad, esos hombres cometieron un crimen por todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual echaron en la cisterna. Jeremías morirá de hambre allí, pues no hay más pan en la ciudad.

10. El rey le ordenó al etíope Ebedmélec lo siguiente: —Lleva a tres hombres que estén a tu cargo y saca al profeta Jeremías de la cisterna antes de que se muera.

11. Así lo hizo Ebedmélec, y fue al depósito de ropa del palacio y sacó telas y trapos viejos, los cuales bajó a la cisterna por medio de sogas para sacar a Jeremías.

12. Entonces el etíope Ebedmélec le dijo a Jeremías: —Coloca los trapos debajo de tus axilas, entre las sogas y tu piel. Y así lo hizo Jeremías.

13. Los hombres tiraron de las sogas y lo sacaron de la cisterna. Entonces Jeremías se quedó en el patio de la prisión.

14. El rey Sedequías mandó traer al profeta Jeremías para que se presentara ante él, a la tercera puerta del templo del SEÑOR. El rey le dijo allí a Jeremías: —Quiero hacerte una pregunta y espero que no me ocultes nada.

15. Entonces Jeremías le respondió a Sedequías: —Si respondo a la pregunta de Su Majestad, lo más seguro es que me mande matar, y si le doy mi consejo, no me hará caso.

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