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Jeremías 38:3-11 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

3. Esto dice el SEÑOR: “Esta ciudad caerá en manos del ejército del rey de Babilonia y será capturada”».

4. Entonces los oficiales le dijeron al rey: —Hay que matar a este hombre porque con estos mensajes está desanimando a los soldados que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo. En realidad este hombre no busca el bienestar de este pueblo, sino su sufrimiento.

5. El rey Sedequías dijo: —Hagan lo que les parezca, yo ya ni puedo oponerme a ustedes.

6. Así que tomaron a Jeremías y lo bajaron con cuerdas en la cisterna del patio de la prisión, la cual era de Malquías, el hijo del rey. Pero como la cisterna no tenía agua, sino lodo, Jeremías se hundió en él.

7. El etíope Ebedmélec, funcionario del palacio, oyó que habían echado a Jeremías en la cisterna. Cuando el rey estaba en la puerta de Benjamín,

8. Ebedmélec salió del palacio para hablar con el rey, y le dijo:

9. —Su Majestad, esos hombres cometieron un crimen por todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual echaron en la cisterna. Jeremías morirá de hambre allí, pues no hay más pan en la ciudad.

10. El rey le ordenó al etíope Ebedmélec lo siguiente: —Lleva a tres hombres que estén a tu cargo y saca al profeta Jeremías de la cisterna antes de que se muera.

11. Así lo hizo Ebedmélec, y fue al depósito de ropa del palacio y sacó telas y trapos viejos, los cuales bajó a la cisterna por medio de sogas para sacar a Jeremías.

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