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Jeremías 38:19-28 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

19. El rey Sedequías le dijo a Jeremías: —Tengo miedo de los judíos que se pusieron de parte de los babilonios porque me pueden entregar en sus manos para que me torturen.

20. Jeremías le respondió: —Eso no sucederá. Escuche Su Majestad el mensaje del SEÑOR que le estoy dando y todo saldrá bien, y vivirá.

21. Pero si se niega a rendirse, esto es lo que el SEÑOR me ha mostrado que sucederá:

22. Todas las mujeres que permanezcan en el palacio del rey de Judá serán entregadas a los oficiales del rey de Babilonia, y dirán: “Tus mejores amigos te han traicionado y te han vencido. Tienes los pies hundidos en el lodo y tus aliados te dieron la espalda”.

23. »Todas las mujeres y los hijos de Su Majestad serán entregados a los babilonios, y Su Majestad no podrá escapar de ellos, sino que caerá en manos del rey de Babilonia y esta ciudad será incendiada.

24. Entonces Sedequías le dijo a Jeremías: —Si aprecias en algo tu vida, no comentes con nadie esta conversación.

25. Si los funcionarios se enteran de que he hablado contigo y te preguntan: “¿Qué le dijiste al rey?, no nos ocultes nada y no te mataremos”,

26. tú les dirás: “Le estaba suplicando al rey que no me devolviera a la casa de Jonatán para no morir allí”.

27. Efectivamente, los funcionarios fueron a interrogar a Jeremías y él les respondió tal como el rey le había indicado. Así lo dejaron en paz, porque nadie había escuchado la conversación.

28. Y Jeremías permaneció en el patio de la prisión hasta el día en que los babilonios la capturaron.

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