Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jeremías 38:1-8 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Sefatías hijo de Matán, Guedalías hijo de Pasur, Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, oyeron que Jeremías le decía a todo el pueblo:

2. «Esto dice el SEÑOR: “El que se quede en esta ciudad morirá en la batalla, o de hambre o de enfermedades, pero el que se pase a los babilonios vivirá. Se entregará como botín de guerra, pero por lo menos salvará la vida”.

3. Esto dice el SEÑOR: “Esta ciudad caerá en manos del ejército del rey de Babilonia y será capturada”».

4. Entonces los oficiales le dijeron al rey: —Hay que matar a este hombre porque con estos mensajes está desanimando a los soldados que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo. En realidad este hombre no busca el bienestar de este pueblo, sino su sufrimiento.

5. El rey Sedequías dijo: —Hagan lo que les parezca, yo ya ni puedo oponerme a ustedes.

6. Así que tomaron a Jeremías y lo bajaron con cuerdas en la cisterna del patio de la prisión, la cual era de Malquías, el hijo del rey. Pero como la cisterna no tenía agua, sino lodo, Jeremías se hundió en él.

7. El etíope Ebedmélec, funcionario del palacio, oyó que habían echado a Jeremías en la cisterna. Cuando el rey estaba en la puerta de Benjamín,

8. Ebedmélec salió del palacio para hablar con el rey, y le dijo:

Leer capítulo completo Jeremías 38