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Jeremías 37:3-15 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

3. Sin embargo, el rey Sedequías envió a Jucal hijo de Selemías y a Sofonías hijo del sacerdote Maseías al profeta Jeremías con el siguiente mensaje: «Ora por nosotros al SEÑOR, nuestro Dios».

4. Jeremías estaba libre y se movía con toda libertad entre el pueblo porque todavía no lo habían encarcelado.

5. Entretanto, el ejército del faraón había salido de Egipto y cuando los babilonios que estaban sitiando a Jerusalén se enteraron de la noticia, levantaron el sitio contra Jerusalén.

6. Entonces vino mensaje del SEÑOR al profeta Jeremías diciendo:

7. Esto dice el SEÑOR Dios de Israel: «Díganle al rey de Judá que los mandó a consultarme: “El ejército del faraón que salió para ayudarlos se va a regresar a Egipto

8. y los babilonios volverán a atacar esta ciudad, la capturarán y la incendiarán.

9. Esto dice el SEÑOR: No se hagan falsas ilusiones creyendo que los babilonios se van a retirar, porque no lo harán.

10. Aunque ustedes derrotaran a todo el ejército babilonio que los ataca y sólo quedaran algunos soldados heridos en el campamento, ellos se levantarían e incendiarían esta ciudad”».

11. Cuando el ejército de los babilonios se retiraba de Jerusalén por causa de la salida del ejército del faraón,

12. Jeremías salió de Jerusalén para dirigirse a la tierra de Benjamín a recibir una herencia.

13. Pero al llegar a la puerta de Benjamín, un capitán de la guardia llamado Irías, hijo de Selemías y nieto de Jananías, detuvo al profeta Jeremías diciendo: —Vas a pasarte a los babilonios.

14. Jeremías dijo: —¡Eso no es cierto, no voy a pasarme a los babilonios! Pero Irías no le hizo caso, sino que lo arrestó y lo llevó ante los oficiales.

15. Los oficiales enfurecidos contra Jeremías lo golpearon y lo encarcelaron en la casa del escriba Jonatán, la cual habían convertido en prisión.

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