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Jeremías 28:9-17 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

9. Pero cuando un profeta profetiza paz, se prueba que es un profeta que de verdad el SEÑOR ha enviado sólo si se cumplen sus palabras.

10. Entonces el profeta Jananías tomó el yugo que estaba en el cuello del profeta Jeremías y lo rompió.

11. Entonces dijo ante todo el pueblo: —Esto dice el SEÑOR: “De la misma forma, dentro de dos años yo romperé del cuello de todas las naciones el yugo que impuso Nabucodonosor, rey de Babilonia”. Entonces el profeta Jeremías siguió su camino.

12. Un tiempo después de que Jananías le rompiera el yugo del cuello al profeta Jeremías, le llegó a Jeremías un mensaje del SEÑOR que decía lo siguiente:

13. «Ve y dile a Jananías: “Esto dice el SEÑOR: Tú has roto un yugo de madera, pero yo lo reemplazaré con un yugo de hierro”.

14. Porque el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel, dice: “He colocado un yugo de hierro en el cuello de estas naciones para que se sometan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y ellas le servirán a él. También, le he dado a él los animales salvajes”».

15. Entonces el profeta Jeremías le dijo al profeta Jananías: —Escúchame, Jananías. El SEÑOR no te ha enviado y tú le has dado a este pueblo falsas esperanzas.

16. Por eso dice el SEÑOR: “Claro que te voy a enviar, pero fuera de este mundo. Vas a morir este año porque has promovido deslealtad al SEÑOR”.

17. Y el profeta Jananías murió el séptimo mes de ese año.

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