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Jeremías 26:8-13 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

8. Cuando Jeremías acabó de decirle al pueblo todo lo que el SEÑOR le había ordenado que dijera, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo lo agarraron y le dijeron: «Vas a morir.

9. ¿Por qué profetizas en el nombre del SEÑOR diciendo que a este templo le sucederá como a Siló y que esta ciudad será destruida y quedará deshabitada?» Y todo el pueblo se amontonó alrededor de Jeremías en el templo del SEÑOR.

10. Al oír todo esto, los jefes de Judá se dirigieron desde el palacio del rey a la casa del SEÑOR. Se sentaron en la entrada de la Puerta Nueva del templo del SEÑOR.

11. Los sacerdotes y los profetas les dijeron a los jefes y a todo el pueblo: «Este hombre debe ser sentenciado a muerte porque con nuestros propios oídos hemos escuchado que ha profetizado en contra de esta ciudad».

12. Entonces Jeremías les dijo a todos los jefes y a todo el pueblo: «El SEÑOR me envió a profetizar contra este templo y contra esta ciudad todo el mensaje que ustedes han escuchado.

13. Ahora arreglen su vida y sus hechos, y obedezcan al SEÑOR su Dios. Tal vez el SEÑOR cambie de opinión con respecto al desastre que ha anunciado en contra de ustedes.

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