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Jeremías 25:4-18 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

4. El SEÑOR ha estado enviándoles a todos sus siervos los profetas. Los ha enviado con insistencia, pero ustedes no han escuchado ni les han prestado atención.

5. Los profetas han dicho: “Aléjense de sus malos caminos y de sus malas acciones para que puedan vivir en la tierra que el SEÑOR les dio para siempre a ustedes y a sus antepasados.

6. No sigan a otros dioses para servirlos ni los adoren y no me provoquen con los dioses que ustedes hacen con sus propias manos. Lo único que conseguirán con eso es hacerse daño ustedes mismos”.

7. Pero ustedes no me escucharon, dice el SEÑOR. Han provocado mi ira con los dioses que hacen con sus propias manos para provocarse el mal ustedes mismos.

8. »Por eso, esto dice el SEÑOR Todopoderoso: “Puesto que ustedes no han escuchado mis mensajes,

9. reuniré los ejércitos de todos los pueblos del norte, dice el SEÑOR, y también a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Los traeré a todos contra este país, contra sus habitantes y contra todas las naciones vecinas. Las destruiré y las convertiré para siempre en objeto de horror, burla y rechazo.

10. Haré desaparecer de esos lugares el sonido de alegría y celebración; los cantos alegres de las bodas, el ruido de la comida que se prepara y la luz de la lámpara.

11. Toda esta tierra se convertirá en un desierto y durante setenta años estas naciones servirán al rey de Babilonia.

12. Pero cuando terminen esos setenta años, les daré su merecido por su crimen al rey de Babilonia y a esa nación, el país de los babilonios, y serán desolados para siempre, dice el SEÑOR.

13. Haré que sobre esa tierra se cumplan todas las palabras que he anunciado en su contra; todo lo que está escrito en este libro y que Jeremías profetizó en contra de todas las naciones.

14. Así que ellos también tendrán que servirles a muchas naciones y a grandes reyes. Les pagaré de acuerdo a lo que han hecho y por los dioses que han construido con sus manos”».

15. Esto me dijo el SEÑOR, Dios de Israel: «Toma de mi mano esta copa llena del vino de mi furia y haz que beban de ella todas las naciones a las que yo te envíe.

16. Ellas beberán, se emborracharán y actuarán como locos a causa de la guerra que les voy a enviar».

17. Entonces tomé la copa de la mano del SEÑOR e hice que todas las naciones a las que el SEÑOR me envió bebieran de ella.

18. Se la hice beber a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus jefes para convertirlas en una tierra seca y desolada, en un objeto de burla y modelo de maldición, como lo son hoy en día.

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