30. »Tú, Jeremías, profetiza contra ellos todo esto. Diles: »El SEÑOR ruge desde lo alto, lanza su voz desde el santo lugar donde habita. Le está gritando a su rebaño, gritos como los que dan los que pisan la uva; grita contra todos los habitantes de la tierra.
31. El estruendo se oye en todos los rincones de la tierra porque el SEÑOR acusa a todas las naciones. Él va a iniciar un juicio contra todo ser humano y condenará a muerte a los perversos, Es la decisión del SEÑOR».
32. Esto dice el SEÑOR Todopoderoso: «El desastre va a extenderse de nación en nación; una tormenta espantosa se levanta desde los rincones de la tierra».
33. En ese momento los que el SEÑOR haya matado quedarán tendidos de un extremo a otro de la tierra. Nadie hará duelo por ellos ni los enterrará; quedarán tirados como estiércol sobre la faz de la tierra.