Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jeremías 2:7-20 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

7. »Yo los traje a una tierra fértil para que comieran de sus frutos y de todo lo bueno que producía. Pero ustedes profanaron mi tierra; me da asco en lo que convirtieron mi propiedad.

8. »Los sacerdotes no se preguntaron: “¿Dónde está el SEÑOR?” La gente que maneja la ley no me reconoció. Los líderes se pusieron en mi contra; los profetas se convirtieron en voceros de Baal y se fueron tras ídolos que no sirven para nada.

9. Por eso, dice el SEÑOR, los acusaré de nuevo, y acusaré a los hijos de sus hijos.

10. Vayan a las islas de Chipre y vean lo que allí sucede. Envíen a alguien a Cedar para que observe con cuidado lo que allí sucede, para averiguar si ha sucedido algo parecido,

11. que una nación haya cambiado de dioses, y eso que sus dioses ni siquiera son verdaderos. En cambio, mi pueblo ha cambiado la gloria de Dios por ídolos que no sirven para nada.

12. ¡Asómbrense, cielos! Conmuévanse y quédense completamente turbados, dice el SEÑOR.

13. »Mi pueblo ha cometido dos pecados en mi contra: Me ha abandonado a mí, fuente de agua viva, y luego ha cavado sus propias cisternas; pero esas cisternas están rotas y no pueden darles agua.

14. »¿Acaso es Israel un esclavo? ¿Es esclavo de nacimiento? ¿Entonces por qué lo saquean?

15. Los leones rugen a su alrededor, lanzan fuertes rugidos. Han convertido a Israel en un montón de ruinas, han quemado sus ciudades hasta dejarlas deshabitadas.

16. Incluso los de Menfis y Tafnes te humillaron.

17. Todo esto te ha pasado por haber abandonado al SEÑOR tu Dios cuando él te guiaba por el camino.

18. Y ahora, ¿de qué te sirve ir a Egipto a beber agua del Nilo? ¿Por qué quieres ir a Asiria a beber agua del Éufrates?

19. Tu propia maldad recaerá sobre ti y tu rebeldía te dará una lección. Así verás y entenderás lo malo y amargo que es abandonar al SEÑOR tu Dios, y no respetarme como deberías. Es la decisión del Señor DIOS Todopoderoso.

20. »Hace mucho tiempo rompiste tu yugo y te quitaste las cadenas que te ataban a mí. Dijiste que ya no me servirías y como una prostituta te tendiste en cada colina y bajo cada árbol frondoso.

Leer capítulo completo Jeremías 2