Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jeremías 2:15-31 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

15. Los leones rugen a su alrededor, lanzan fuertes rugidos. Han convertido a Israel en un montón de ruinas, han quemado sus ciudades hasta dejarlas deshabitadas.

16. Incluso los de Menfis y Tafnes te humillaron.

17. Todo esto te ha pasado por haber abandonado al SEÑOR tu Dios cuando él te guiaba por el camino.

18. Y ahora, ¿de qué te sirve ir a Egipto a beber agua del Nilo? ¿Por qué quieres ir a Asiria a beber agua del Éufrates?

19. Tu propia maldad recaerá sobre ti y tu rebeldía te dará una lección. Así verás y entenderás lo malo y amargo que es abandonar al SEÑOR tu Dios, y no respetarme como deberías. Es la decisión del Señor DIOS Todopoderoso.

20. »Hace mucho tiempo rompiste tu yugo y te quitaste las cadenas que te ataban a mí. Dijiste que ya no me servirías y como una prostituta te tendiste en cada colina y bajo cada árbol frondoso.

21. Pero yo te planté como una vid seleccionada, toda ella de la mejor semilla. ¿Cómo es que te degeneraste tanto que ante mi te has convertido en una vid extraña?

22. Aunque te bañes con lejía y mucho jabón, para mí seguirás manchada por tus pecados. Lo dice el Señor DIOS.

23. »¿Cómo te atreves a decir: “No me he corrompido ni he adorado dioses falsos”? Observa tu comportamiento en el valle y reconoce lo que has hecho, camella que anda a la ligera, de aquí para allá;

24. burra salvaje, que tira al monte, que ardiendo de ganas olfatea el viento. Cuando está en celo, no hay quien la controle. El macho que quiera aparearse con ella, no tendrá que buscar mucho porque es fácil de encontrar cuando está en época de celo.

25. No andes corriendo con los pies descalzos, ni dejes que se te reseque la garganta. Pero tú dices: “¡Ni modo, no hay remedio! Me gustan los extraños y me iré tras ellos”.

26. »Así como un ladrón se avergüenza cuando lo atrapan, así se avergonzarán la nación de Israel, sus reyes y sus líderes, junto con sus sacerdotes y profetas.

27. Es que a un árbol le dicen: “Tú eres mi padre”; y a una piedra le dicen: “Tú eres mi madre”. Me dieron la espalda, no me dan la cara; pero cuando estaban sufriendo me dijeron: “Levántate y sálvanos”.

28. Judá, ¿dónde están los dioses que tú hiciste? Tienes tantos dioses como ciudades; pues que ellos vengan y te salven cuando estés en desgracia.

29. “¿Por qué te pones a alegar conmigo si todos ustedes se rebelaron contra mí?” Lo dice el SEÑOR.

30. »No sirvió de nada haber castigado a tus hijos, no aprendieron la lección que les di. Como un feroz león ustedes devoraron a espada a sus profetas.

31. Y ustedes, los de esta generación, presten atención a lo que les dice el SEÑOR: ¿Acaso he sido como un desierto para Israel? ¿He sido como una tierra oscura y peligrosa para ellos? Entonces, ¿por qué dices, pueblo mío: “Somos libres, nunca más volveremos a ti”?

Leer capítulo completo Jeremías 2