4. «Toma el cinturón que compraste y que llevas en la cintura, ve a Perat y escóndelo allí en una roca».
5. Así que fui y lo escondí en Perat, tal como me lo había ordenado el SEÑOR.
6. Después de mucho tiempo, el SEÑOR me dijo: «Levántate, y ve a Perat y toma el cinturón que te ordené que escondieras».
7. Así que fui a Perat, cavé y saqué el cinturón del lugar donde lo había escondido. El cinturón ya estaba podrido y no servía para nada.
8. Entonces el SEÑOR me dio este mensaje: