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Jeremías 10:3-13 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

3. Las costumbres de esos pueblos no valen nada. Cortan un tronco del bosque y un artesano lo labra con su cincel.

4. Lo adornan luego con oro y plata, y lo aseguran con clavo y martillo para que no se caiga.

5. Los ídolos parecen espantapájaros en un cultivo de pepinos. No pueden hablar y tienen que cargarlos porque no pueden caminar. Así que no les tengan miedo a esos ídolos, pues no les pueden hacer ningún mal; ¡y mucho menos les podrán hacer algún bien!»

6. No hay nadie como tú, SEÑOR, eres magnífico, y tu nombre es grande y poderoso.

7. ¿Quién no te temerá, Rey de las naciones? Eres digno de ser temido. Entre todos los sabios de las naciones y entre todos los reyes del mundo, no hay nadie como tú.

8. Todos ellos se han vuelto tontos e insensatos, pues no vale nada lo que se aprende de un pedazo de madera.

9. Ellos usan la plata de Tarsis y el oro de Ufaz para hacer sus estatuas, hechas por artesanos y orfebres; les ponen ropa lujosa, morada y azul. Todos esos ídolos son el producto del trabajo de artesanos.

10. Pero el SEÑOR es el Dios verdadero, el Dios viviente, el Rey eterno. Cuando se enoja, tiembla la tierra; las naciones no pueden hacer frente a su ira.

11. Llévenles este mensaje a las naciones: «Los dioses falsos no crearon el cielo ni la tierra, y desaparecerán del cielo y de la tierra».

12. Dios fue quien con su poder hizo la tierra, con su sabiduría creó el mundo; con su inteligencia extendió los cielos.

13. Cuando él habla, suena una tormenta en el cielo y de todos los rincones de la tierra se levanta neblina. Él es quien envía los rayos con la lluvia y saca el viento de sus bodegas.

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