3. El que mata un toro es como quien mata a un ser humano. El que sacrifica un cordero es como quien le rompe el cuello a un perro. El que ofrece una ofrenda de cereal es como quien ofrece la sangre de un cerdo. El que quema incienso de ofrenda es como quien bendice a un ídolo. Han elegido sus propios caminos y les gustan sus prácticas asquerosas.
4. Yo también elegiré darles duro trato a ellos y haré que les suceda lo que temen. Porque llamé y ninguno respondió; hablé y nadie escuchó. Hicieron lo que yo consideraba malo y eligieron lo que a mí no me agradaba».
5. Oigan el mensaje del SEÑOR, ustedes los que tiemblan ante su mensaje. Sus propios paisanos los odian y los rechazan por causa de mi nombre. «Dicen: “Dejemos que el SEÑOR muestre su gloria para que veamos lo alegre que ustedes van a estar”. Pero ellos van a ser avergonzados.
6. Escuchen, de la ciudad viene un ruido fuerte; una voz sale del templo. Es la voz del SEÑOR, dándoles a sus enemigos lo que se merecen.
7. Ella dio a luz antes del trabajo de parto. Dio a luz al hijo antes de que le dieran los dolores.
8. ¿Quién ha escuchado algo así y visto algo semejante? ¿Nace una nación en un día? ¿Nace un pueblo en un momento? Tan pronto como Sion entró en trabajo de parto, ella también dio a luz a sus hijos.
9. ¿Abriré el vientre sin dejar dar a luz?», dice el SEÑOR. «¿Voy a cerrar el vientre, siendo que soy el que hace dar a luz?», dice tu Dios.
10. Alégrense con Jerusalén y sientan gozo por ella, todos ustedes que la aman. Alégrense mucho con ella, todos los que estuvieron tristes por lo que a ella le sucedía.
11. Háganlo de tal modo que se alimenten y queden satisfechos de su seno consolador. Tomen y disfruten de sus senos abundantes
12. porque el SEÑOR dice: «Miren, le enviaré a ella prosperidad como un río, y la riqueza de las naciones como un arroyo desbordado a torrentes. Ella los alimentará, los llevará en sus brazos y los acariciará en sus rodillas.
13. Como el que recibe consuelo de la mamá, así yo los consolaré a ustedes. En Jerusalén serán consolados».
14. Ustedes verán, su corazón se pondrá alegre y su cuerpo se renovará como la hierba. Se sentirá el poder del SEÑOR entre sus siervos y su enojo entre sus enemigos.
15. Porque el SEÑOR viene como un fuego y sus carros como una tormenta para castigar con su furia y darles escarmiento con llamas de fuego.
16. Porque el SEÑOR castigará con fuego y con su espada a toda la humanidad. El SEÑOR matará a muchos.