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Habacuc 2:5-19 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

5. De seguro la riqueza engaña al orgulloso. Él es insaciable como la muerte, pero eso no le saldrá bien. Al igual que la muerte, nunca queda satisfecho; se apodera de todos los países y agarra para sí todas las naciones.

6. »Pero después, toda esa gente se burlará de él y lo harán objeto de chistes. Dirán: “Oye tú, que acumulas a montones lo que no te pertenece. Estás cargando con una deuda muy grande, ¿hasta cuando aguantarás así?”

7. ¿No se levantarán de repente en tu contra tus acreedores? ¿No se despertarán los que te aterrorizarán? Serás un botín para ellos.

8. Como tú saqueaste muchas naciones, las demás naciones te saquearán a ti. Todo esto sucederá por tus asesinatos y por la violencia con la que has llenado países, ciudades y habitantes.

9. »Oye tú, que te enriqueces aprovechándote de los demás, con eso sólo consigues arruinar tu casa. Pensaste que colocando tu nido así de alto, quedarías a salvo del peligro.

10. Al destruir tantas naciones maquinaste la vergüenza para tu casa, pecando contra ti mismo.

11. Hasta las piedras de la muralla gritarán en contra tuya y las vigas del techo repetirán las quejas.

12. »Oye tú, que construyes una ciudad acabando con la vida de inocentes y fundas un pueblo con el crimen.

13. La labor de los pueblos sólo alimenta el fuego. Las naciones se fatigan por nada. ¿Acaso no es obra del SEÑOR Todopoderoso?

14. La tierra entera se llenará del conocimiento de la gloria del SEÑOR, así como el agua llena los mares.

15. »Oye tú, que emborrachas a tu semejante; lo obligas a embriagarse de la copa de tu ira para humillarlo viendo su desnudez.

16. Ahora, tú beberás de la copa que el SEÑOR tiene en la mano derecha. Emborráchate y expón tu desnudez. Embriágate de su ira y llénate de vergüenza, no de honor.

17. En el Líbano asesinaste a muchos seres humanos y mataste bastantes animales. Ahora, toda esa maldad te abatirá. Todo esto sucederá por tus asesinatos y por la violencia con la que has llenado países, ciudades y habitantes.

18. »¿De qué sirve el ídolo para que lo haga su escultor? ¿De qué sirve hacer una imagen fundida o una estatua de un dios falso para que un escultor deposite toda su confianza haciendo ídolos inútiles y mudos?

19. »Oye tú, que le dices a la madera: “¡Despierta!” y a una piedra muda: “¡Levántate!” ¿Acaso los dioses falsos pueden darte enseñanzas? Aunque estén hechos de oro y plata, no tienen vida.

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