Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Génesis 37:22-35 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

22. ¡No derramemos sangre! Tírenlo en este pozo del desierto, pero no le hagan daño. Rubén dijo esto para poderlo salvar y enviarlo de regreso a su papá.

23. Cuando José llegó a donde estaban sus hermanos, ellos le quitaron la túnica larga con mangas que tenía puesta.

24. Después lo agarraron y lo lanzaron al pozo. El pozo estaba vacío, no tenía ni una gota de agua.

25. Luego los hermanos se sentaron a comer y vieron un grupo de ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos cargaban aromas, bálsamo y mirra. Iban camino a Egipto.

26. Judá les dijo a sus hermanos: —¿Qué ganamos con matar y esconder la muerte de nuestro hermano?

27. Mejor, vayamos y vendámoslo a los ismaelitas. No le hagamos daño, él es nuestro hermano y tiene nuestra misma sangre. Todos los hermanos estuvieron de acuerdo.

28. Cuando los comerciantes madianitas pasaron por ahí, ellos sacaron a José del pozo y lo vendieron por veinte monedas de plata a los ismaelitas, quienes luego llevaron a José a Egipto.

29. Cuando Rubén regresó al pozo, se dio cuenta de que José ya no estaba adentro, entonces rasgó su ropa para mostrar su tristeza.

30. Después regresó donde estaban sus hermanos y dijo: —¡El muchacho ya no está! ¿Qué vamos a hacer?

31. Los hermanos mataron una cabra, agarraron la túnica de José y la mancharon con sangre.

32. Después los hermanos le llevaron la túnica larga con mangas al papá y le dijeron: «Encontramos esto, mira a ver si es la túnica de tu hijo».

33. Jacob la reconoció y dijo: «Sí, esta es la túnica de mi hijo, lo devoró un animal salvaje; con seguridad José quedó despedazado».

34. Luego Jacob rasgó su vestido, se puso ropa áspera y por mucho tiempo estuvo de luto por su hijo.

35. Todos sus hijos e hijas fueron a consolarlo, pero él rehusaba ser consolado y decía: «Voy a estar de luto por mi hijo hasta el día en que me muera». Así hizo duelo por su hijo.

Leer capítulo completo Génesis 37