Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Génesis 37:18-29 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

18. Los hermanos lo vieron venir desde muy lejos. Antes de que él llegara, hicieron un plan para matarlo.

19. Se dijeron unos a otros: —Miren, ¡aquí viene el de los sueños!

20. Vamos matémoslo y arrojemos su cuerpo en uno de los pozos secos, luego diremos que lo devoró un animal salvaje. Así veremos si se le cumplen los sueños.

21. Cuando Rubén escuchó esto, trató de librarlo de sus hermanos y dijo: —No lo matemos.

22. ¡No derramemos sangre! Tírenlo en este pozo del desierto, pero no le hagan daño. Rubén dijo esto para poderlo salvar y enviarlo de regreso a su papá.

23. Cuando José llegó a donde estaban sus hermanos, ellos le quitaron la túnica larga con mangas que tenía puesta.

24. Después lo agarraron y lo lanzaron al pozo. El pozo estaba vacío, no tenía ni una gota de agua.

25. Luego los hermanos se sentaron a comer y vieron un grupo de ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos cargaban aromas, bálsamo y mirra. Iban camino a Egipto.

26. Judá les dijo a sus hermanos: —¿Qué ganamos con matar y esconder la muerte de nuestro hermano?

27. Mejor, vayamos y vendámoslo a los ismaelitas. No le hagamos daño, él es nuestro hermano y tiene nuestra misma sangre. Todos los hermanos estuvieron de acuerdo.

28. Cuando los comerciantes madianitas pasaron por ahí, ellos sacaron a José del pozo y lo vendieron por veinte monedas de plata a los ismaelitas, quienes luego llevaron a José a Egipto.

29. Cuando Rubén regresó al pozo, se dio cuenta de que José ya no estaba adentro, entonces rasgó su ropa para mostrar su tristeza.

Leer capítulo completo Génesis 37