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Génesis 31:35-50 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

35. Raquel le dijo al papá: —Señor mío, no se enoje conmigo si no me levanto ante su presencia, pero es que estoy en mi período de menstruación. Labán buscó pero no encontró los dioses de su familia.

36. Entonces Jacob se enojó mucho y le dijo: —¿Qué crimen cometí? ¿Cuál fue mi pecado para que vinieras en mi persecución?

37. Ya buscaste entre todas mis cosas y no encontraste nada que fuera tuyo. Si encontraste algo tráelo y ponlo aquí para que nuestros parientes decidan cuál de los dos tiene la razón.

38. En los veinte años que trabajé para ti, ningún cordero ni ninguna cabra recién nacida murió, y no me comí ningún carnero de tus rebaños.

39. Cuando un animal salvaje mataba alguna de tus ovejas, yo la pagaba. Nunca te llevé un animal muerto que no repusiera yo mismo. A mí me robaban de día y de noche.

40. Durante el día, el sol me quitaba la fuerza y durante la noche, el frío no me dejaba dormir.

41. Trabajé veinte años para ti. Los primeros catorce lo hice por tus dos hijas y los últimos seis por tus rebaños. Tú cambiaste mi salario diez veces.

42. Si el Dios de mis padres, el Dios de Abraham y el Temor de Isaac no hubiera estado conmigo, me habrías echado con las manos vacías. Pero Dios vio mi tristeza y el resultado de mi trabajo, y anoche te reprendió.

43. Labán le dijo a Jacob: —Estas hijas son mis hijas, estos niños son mis niños y los rebaños son mis rebaños. Todo lo que ves es mío. Sin embargo, ¿qué les puedo hacer ahora a mis hijas o a los hijos que ellas han tenido?

44. Ven, hagamos un pacto entre tú y yo, y que haya un testigo entre los dos.

45. Entonces Jacob agarró una piedra y la puso ahí para mostrar que se había hecho un pacto.

46. Luego les dijo a sus hombres: —¡Recojan piedras! Ellos las recogieron y formaron un montón de piedras. Luego comieron al lado del montón de piedras.

47. Labán llamó a ese sitio Yegar Saduta, y Jacob lo llamó Galaad.

48. Labán dijo: —Este montón de piedras nos ayudará a recordar nuestro pacto. Esta es la razón por la cual Jacob llamó a este sitio Galaad.

49. Después dijo: —Que el SEÑOR nos vigile el tiempo que estemos separados. Por esta razón este sitio también se llamó Mizpa.

50. Luego Labán dijo: —Si les haces daño a mis hijas o si te casas con otra mujer además de ellas, aunque nadie te esté vigilando, recuerda que Dios es el testigo entre tú y yo.

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