Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Génesis 30:29-39 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

29. Jacob respondió: —Tú sabes lo duro que he trabajado para ti y cómo he cuidado tus rebaños.

30. Cuando yo llegué tú tenías muy poco, ahora tienes muchísimo más. Cada vez que yo hice algo para ti, el SEÑOR te bendijo. Ahora es tiempo de que yo me preocupe por mí y mi familia.

31. Labán preguntó: —¿Qué tengo que darte? Jacob respondió: —No tienes que darme nada si haces esto para mí. Yo volveré a alimentar y cuidar a tus ovejas,

32. pero déjame caminar esta noche entre todos tus rebaños. Dame todas las ovejas, machos y hembras, que estén manchadas o rayadas, y todos los corderos negros. Ese será mi salario.

33. Después podrás revisar si fui honesto contigo. Puedes ir a ver mis rebaños y si encuentras alguna oveja, macho o hembra, que no esté manchada o algún cordero que no sea negro, sabrás que te lo robé.

34. Labán respondió: —¡Acepto! Que sea como tú dices.

35. Pero ese día Labán escondió todas las ovejas manchadas, machos y hembras, y todos los corderos negros, y les dijo a sus hijos que los cuidaran.

36. Después Labán se llevó esos animales a tres días de distancia de Jacob. Jacob se quedó cuidando todos los otros animales que quedaban.

37. Entonces Jacob cortó unas ramas frescas de álamo, almendro y castaño, y las peló para que se pudieran ver rayas blancas.

38. Luego colocó las ramas que había pelado en frente de los rebaños en el sitio donde iban a tomar agua. Las ovejas se apareaban cuando iban a tomar agua.

39. Cuando las ovejas se apareaban en frente de las ramas, tenían crías manchadas, rayadas o negras.

Leer capítulo completo Génesis 30