8. Entonces Abram le dijo: —Oh Señor DIOS, ¿cómo puedo estar seguro de que esta tierra será mía?
9. Y él le dijo: —Consigue para mí una ternera de tres años de edad, una cabra de tres años de edad, un carnero de tres años de edad, una paloma adulta y una paloma joven.
10. Abram los consiguió y los partió por la mitad. Después puso una mitad frente a la otra. Pero a las aves no las partió por la mitad.
11. Más tarde, unos buitres bajaban a comerse los animales muertos, pero Abram los espantaba.
12. A medida que el sol bajaba, Abram quedó como en trance. Cayó sobre él una profunda y tenebrosa oscuridad.
13. El Señor le dijo: —Ten por seguro que tus descendientes serán inmigrantes en un país al que no pertenecen. Serán esclavos de la gente de ese país y serán tratados cruelmente por cuatrocientos años.
14. Pero yo juzgaré a esa nación en la que ellos servirán, y después tus descendientes saldrán libres con grandes riquezas.
15. Tú vivirás muchos años, morirás en paz y serás sepultado.
16. Después de cuatro generaciones, tus descendientes regresarán aquí ya que la maldad de los amorreos no ha llegado todavía a su colmo.
17. Cuando se hizo de noche y todo estaba oscuro, apareció un hornillo echando humo y una antorcha encendida que se movía entre los animales muertos.