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Ezequiel 44:1-8 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. El hombre me hizo regresar a la puerta del templo que conduce al patio exterior que da al oriente. La puerta estaba cerrada.

2. Entonces el SEÑOR me dijo: Esta puerta está cerrada pero debe abrirse. Ningún hombre deberá entrar por ella porque el SEÑOR Dios de Israel entra por ella. Así que deberá seguir cerrada.

3. Sólo el gobernante deberá sentarse en la entrada para comer ante el SEÑOR. Él puede entrar por el camino que lleva al vestíbulo de la entrada y salir de la misma manera.

4. Entonces me llevó por el camino que lleva hacia la entrada norte que da al templo. Me fijé y noté que la gloria del SEÑOR llenaba el templo del SEÑOR. Así que me postré en tierra.

5. Pero el SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, ¡presta atención! Abre bien los ojos y escucha bien lo que te digo. Escucha todos los reglamentos e instrucciones sobre el templo del SEÑOR. Fíjate bien en la entrada del templo y en todas las salidas del santuario.

6. Dile al pueblo rebelde de Israel que el Señor DIOS dice: Pueblo de Israel, estoy hasta aquí de sus horribles acciones,

7. han dejado que los extranjeros y los paganos de cuerpo y mentalidad entren a mi santuario a profanar mi templo. Les han ofrecido a sus detestables ídolos el pan, la grasa y la sangre que deberían ofrecerme a mí, anulando así mi acuerdo.

8. No protegieron mis objetos sagrados y le asignaron la guardia de mi santuario a otra gente en lugar suyo.

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