20. Así que, pueblo de Israel, la forma de actuar de Dios es justa porque él juzgará a cada uno por sus acciones».
21. El quinto día del décimo mes del año doce de nuestro exilio, un fugitivo de Jerusalén vino a verme y me dijo: «Jerusalén ha sido capturada».
22. La noche antes de que el fugitivo viniera a verme, el poder del SEÑOR me dio la habilidad de hablar de nuevo. Mi lengua se soltó y ya no estaba mudo. Esto sucedió antes de que el fugitivo llegara en la mañana.
23. Entonces el SEÑOR me dijo: