1. El día diez del mes décimo del año noveno, el SEÑOR me habló:
2. «Hijo de hombre, escribe la fecha de hoy y la siguiente nota: El día de hoy el rey de Babilonia atacó a Jerusalén.
3. Dile al pueblo rebelde que el Señor DIOS les envía la siguiente parábola: »Coloca la olla sobre el fuego y ponle agua.
4. Agrégale pedazos de carne, los mejores cortes de pierna y lomo, y lo mejor de los huesos de la mejor oveja del rebaño.
5. Amontona leña debajo de ella para que hierva bien el agua y los huesos queden bien cocidos.
6. »Por lo tanto el Señor DIOS dice: ¡Ay de Jerusalén, ciudad sanguinaria! ¡Ay de esa olla oxidada cuyas manchas no se pueden quitar! Saca todos los pedazos de carne, pero no se los des a nadie.
7. Todavía tenía sangre en ella. Derramaron la sangre en la piedra del altar en vez de derramarla en el suelo y cubrirla con polvo, como lo indica la ley.