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Ezequiel 22:7-25 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

7. En ti, Jerusalén, no se respeta a los padres. Se maltrata a los inmigrantes que viven en tu tierra, y las viudas y los huérfanos se quejan, no reciben ayuda.

8. Has despreciado lo sagrado y has profanado mis días de descanso.

9. Jerusalén, en ti habitan alborotadores que derraman sangre. Suben a las montañas para comer sus comidas sagradas dentro de tus muros y hacen cosas detestables.

10. Los hombres tienen relaciones sexuales con las esposas de sus padres. Violan a las mujeres y hasta las deshonran durante su menstruación.

11. Los hombres hacen cosas detestables con las mujeres de sus vecinos. Los hombres deshonran con lascivia a sus propias nueras. Violan a sus hermanas, ¡a las hijas de su mismo papá!

12. Los líderes que habitan en ti han aceptado sobornos para derramar sangre. Tú has sido un usurero, te has beneficiado ilegalmente de tus vecinos por medio de la extorsión. Y te has olvidado totalmente de mí. El Señor DIOS lo ha dicho.

13. »Pero yo mostraré mi ira contra todo lo que has explotado a los demás y contra la sangre inocente derramada dentro de tus muros.

14. ¿Crees que todavía vas a ser valiente después de que haga lo que te estoy diciendo que haré? Yo, el SEÑOR, lo he dicho y lo cumpliré.

15. Te dispersaré por todas las naciones, en tierras extranjeras, y acabaré con tu deshonra.

16. Serás una deshonra frente a las naciones, pero entonces aprenderás que yo soy el SEÑOR».

17. Entonces el SEÑOR me dijo:

18. «Hijo de hombre, el pueblo de Israel se ha vuelto como la escoria. Son como el cobre, el estaño, el hierro y el plomo que se queda en el horno, a pesar de que una vez fueron plata pura.

19. Por lo tanto el Señor DIOS dice: Como se han vuelto escoria, los reúno ahora a todos en Jerusalén.

20. Serán como una colección de plata, cobre, hierro, plomo y estaño que se echa en el horno para que las llamas la derritan. De la misma manera, los reuniré en mi enojo, y en mi ira ardiente los echaré al horno para derretirlos.

21. Los reuniré, los incendiaré con mi ira y serán derretidos en Jerusalén.

22. Como la plata se derrite en el horno, así ustedes serán derretidos en Jerusalén. Entonces sabrán que yo, el SEÑOR, derramé mi ira ardiente sobre ustedes».

23. Entonces el SEÑOR me dijo:

24. «Hijo de hombre, dile a Israel: “Tú eres una tierra impura que no ha sido lavada con la lluvia en el día de la ira”.

25. El grupo de profetas en Israel son como leones rugientes que devoran a su presa hasta consumir su alma. Se apoderan de la riqueza y cosas valiosas y hacen aumentar el número de viudas.

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