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Ezequiel 11:8-24 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

8. Temen a la espada, pero es lo que usaré en su contra. El Señor DIOS lo ha dicho.

9. »Los echaré de la ciudad, los pondré en manos de extranjeros y los castigaré con justicia.

10. Morirán a filo de espada. Los juzgaré en todo Israel y así aprenderán que yo soy el SEÑOR.

11. Jerusalén no será la olla que los proteja, pero ustedes sí serán la carne dentro de ella. Los juzgaré en todo Israel.

12. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR, cuyas leyes no obedecieron y cuyos reglamentos no mantuvieron, sino que siguieron las costumbres de las naciones extranjeras».

13. Mientras yo profetizaba, Pelatías hijo de Benaías cayó muerto. Entonces caí rostro en tierra y exclamé: «¡Ay, Señor DIOS! ¿Vas a destruir por completo al resto de Israel?»

14. Entonces el SEÑOR me dijo:

15. «Hijo de hombre, los habitantes de Jerusalén hablan mal de tus hermanos, tus parientes y de todo el pueblo de Israel. Ellos dicen: “Ellos se han alejado del SEÑOR y por eso nosotros hemos heredado la tierra”».

16. El Señor DIOS dice: «Los he enviado lejos, a naciones extranjeras, los dispersé por otras tierras. Por un tiempo seré un templo para ustedes, aunque en pequeña manera.

17. Así que diles: “El Señor DIOS dice: Los recogeré de entre esas naciones. Los reuniré de entre los países donde los dispersé y les daré la tierra de Israel.

18. Cuando regresen, echarán de allí todas las cosas detestables y todo lo que la profana.

19. Entonces les daré un corazón sincero y un espíritu nuevo. Cambiaré el corazón de piedra que tienen por uno de carne

20. para que cumplan mis leyes y obedezcan mis mandamientos. Entonces ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.

21. Pero a los que siguen con los ídolos, los castigaré por sus hechos detestables y repugnantes. Les pediré cuentas de sus acciones. Es lo que ha dicho el Señor DIOS”».

22. Luego, los querubines levantaron sus alas, con las ruedas al lado de ellos y la gloria del Dios de Israel por encima de ellos.

23. Así, la gloria del SEÑOR se elevó y salió de la ciudad y se detuvo en el Monte de los Olivos, al oriente de la ciudad.

24. A la misma vez, en la visión inspirada por el Espíritu de Dios, el Espíritu me levantó y me llevó a la tierra de los caldeos, donde estaban los exiliados. Luego la visión desapareció.

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