21. Pero a los que siguen con los ídolos, los castigaré por sus hechos detestables y repugnantes. Les pediré cuentas de sus acciones. Es lo que ha dicho el Señor DIOS”».
22. Luego, los querubines levantaron sus alas, con las ruedas al lado de ellos y la gloria del Dios de Israel por encima de ellos.
23. Así, la gloria del SEÑOR se elevó y salió de la ciudad y se detuvo en el Monte de los Olivos, al oriente de la ciudad.