18. Cuando midieron la comida, tanto los que recogieron mucho como los que recogieron poco, recogieron lo suficiente para que cada persona de su familia comiera suficiente y no sobrara nada. Recogieron exactamente la cantidad que podían comer.
19. Moisés les dijo: —Ninguno de ustedes debe guardar comida para mañana.
20. Pero algunos no lo obedecieron y guardaron comida para el día siguiente. Esta comida se llenó de gusanos y empezó a oler muy mal. Moisés se enojó mucho con ellos.
21. Cada día por la mañana, el pueblo recogía toda la comida que podían comer. Sin embargo, cuando empezaba a hacer mucho calor, la comida se derretía.
22. El viernes recogieron el doble: como cuatro kilos por persona, pero todos los líderes de la comunidad fueron a contárselo a Moisés.
23. Entonces Moisés les dijo: —Esto fue lo que ordenó el SEÑOR: Mañana es sábado, día de descanso dedicado al SEÑOR. Cocinen hoy lo que tengan que cocinar y hiervan lo que tengan que hervir y guarden para mañana todo lo que les sobre.
24. Ellos guardaron lo que les sobró, tal como Moisés les había ordenado. A la mañana siguiente, la comida guardada no olía mal ni tenía gusanos.
25. Luego Moisés dijo: —Cómanse esa comida hoy, que es sábado, el día de descanso dedicado al SEÑOR. Si van a buscar comida al campo, no la van a encontrar.
26. Podrán recoger comida durante seis días, pero el día de descanso no van a encontrar nada.
27. El día de descanso algunos fueron a recoger maná, pero no encontraron nada.
28. Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: —¿Hasta cuándo van a seguir desobedeciendo mis órdenes y mis leyes?
29. Tengan presente que el SEÑOR les dio el día de descanso y esa es la razón por la cual les da la comida necesaria para dos días. Todos ustedes deben quedarse en su carpa; ninguno debe venir aquí el día de descanso.
30. Entonces el pueblo se dedicó a descansar el día de descanso.
31. Los israelitas llamaron a esa comida «maná». Era blanco como semilla de cilantro y sabía a hojuelas con miel.
32. Moisés dijo: —Esto fue lo que ordenó el SEÑOR: “Guarden como dos kilos de maná para que sus descendientes vean la comida que yo les di en el desierto, cuando los saqué de Egipto”.
33. Luego Moisés le dijo a Aarón: —Toma una vasija y pon en ella unos dos kilos de maná. Ponla en la presencia del SEÑOR y guárdala para tus futuras generaciones.
34. Aarón hizo lo que el SEÑOR le había ordenado a Moisés y puso la vasija ante el cofre del pacto.