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Deuteronomio 9:2-9 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

2. Los anaquitas son altos y fuertes. Tú sabes quiénes son y has escuchado el dicho acerca de ellos: “¿Quién puede detener a los anaquitas?”

3. Reconoce entonces que el SEÑOR tu Dios es quien está cruzando el río Jordán delante de ti como un fuego que todo lo consume, y que los destruirá y los vencerá mientras avanzas. Tú los expulsarás y destruirás rápidamente, tal como el SEÑOR te prometió.

4. »Cuando el SEÑOR tu Dios los haya expulsado de delante de ti, no te digas a ti mismo: “El SEÑOR nos trajo a tomar posesión de esta tierra porque nosotros somos muy buenos”. El SEÑOR está expulsando a estas naciones porque son perversas.

5. Tú vas a ocupar su tierra, no porque seas muy bueno y honesto, sino porque estas naciones son perversas. El SEÑOR tu Dios está por quitarles la tierra a ellos y dársela a ustedes para cumplir la promesa que el SEÑOR les hizo a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.

6. Debes saber que el SEÑOR tu Dios no te da esta tierra buena para que la poseas porque eres muy bueno, pues tu gente es muy terca.

7. »Recuerda bien y no olvides nunca que hiciste enojar al SEÑOR tu Dios en el desierto. Has sido rebelde contra el SEÑOR desde el día que saliste de Egipto hasta que llegaste a este lugar.

8. Ustedes hicieron enojar al SEÑOR en el monte Horeb y el SEÑOR se enojó tanto que estuvo a punto de destruirlos.

9. Cuando subí al monte a recibir las tablas del pacto que el SEÑOR hizo contigo, me quedé en el monte durante cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber nada.

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