14. Hazte a un lado, que voy a exterminarlos, nadie se acordará de ellos y haré de ti una nación más fuerte y numerosa que la de ellos”.
15. »Entonces volví y bajé del monte que estaba ardiendo en fuego. Las dos tablas del pacto estaban en mis manos.
16. Luego miré y vi que ustedes habían pecado contra el SEÑOR su Dios. Se habían hecho un ídolo de metal en forma de becerro; se habían apartado rápidamente de lo que el SEÑOR les había mandado.
17. Entonces tomé las tablas y con mis propias manos las arrojé y las despedacé, como ustedes vieron.