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Deuteronomio 32:1-15 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. «Cielos, presten atención que voy a hablar; que la tierra escuche las palabras de mi boca.

2. Mi enseñanza caerá como lluvia. Mis palabras bajarán como el rocío, como llovizna sobre pasto nuevo y como gotas de lluvia sobre plantas jóvenes.

3. »Porque proclamaré el nombre del SEÑOR. ¡Conozcan la grandeza de nuestro Dios!

4. Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todo lo que hace es justo. Dios es fiel, verdadero, digno de confianza, y no actúa con maldad.

5. »Él no es corrupto; pero sus hijos han actuado corruptamente con él. Ellos son una generación perversa y mala.

6. ¿Así le pagas al SEÑOR, pueblo vil y tonto? ¿Acaso no es él tu Padre, tu Creador? ¿Acaso no fue él quien te hizo y te creó?

7. »Recuérdate los viejos tiempos; piensa en los años de las generaciones pasadas. Pregúntale a tu papá, y él te dirá. Pregúntales a tus ancianos, y ellos te contarán el pasado.

8. Cuando Dios Altísimo distribuyó las naciones, cuando dividió a la raza humana, el arregló los límites de las naciones iguales al número de los ángeles reunidos con Dios.

9. Pero la porción propia del SEÑOR es su pueblo; Jacob es su herencia.

10. Él lo encontró en una tierra desértica, en una tierra azotada por el viento. Él lo rodeó y lo cuidó. Lo protegió como a la niña de sus ojos.

11. Como águila que revolotea sobre su nido y anima a sus pequeños a volar, así él abrió sus alas, lo agarró y lo cargó en sus plumas.

12. »Sólo el SEÑOR lo guió a través del desierto. No había ningún dios extranjero ayudándolo.

13. Hizo que fuera por la región montañosa y lo alimentó con las cosechas del campo. Le dio a chupar miel de las rocas y aceite de oliva de las rocas duras.

14. Le dio mantequilla de la manada y leche del rebaño junto con lo mejor de los corderos y carneros; ganado de Basán y cabras, junto con el mejor trigo, y tomó vino fermentado, sangre de uva.

15. »Pero Jesurún se hartó de comida y pateó. Se volvió corpulento y gordo. Abandonó al Dios que lo hizo y rechazó a la Roca que lo salvó.

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