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Deuteronomio 28:38-52 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

38. »Plantarás muchas semillas en la tierra, pero tu cosecha será pequeña porque las langostas se la comerán.

39. Plantarás viñedos y trabajarás duro en ellos, pero no tomarás vino ni cosecharás uvas de ellos porque los gusanos se las comerán.

40. Tendrás olivos en todo tu territorio, pero no te untarás en aceite porque tus olivos se caerán.

41. Tendrás hijos e hijas, pero no se quedarán contigo, porque serán capturados y llevados lejos.

42. Las langostas se comerán todas tus cosechas.

43. El inmigrante que vive entre ustedes ganará más poder mientras ustedes lo irán perdiendo.

44. Él te prestará, pero tú no serás capaz de prestarle. Él irá a la cabeza y tú al final.

45. »Sucederán todas estas maldiciones y continuarán persiguiéndote y apoderándose de ti hasta que seas destruido, porque no obedeciste la voz del SEÑOR tu Dios ni cumpliste sus mandamientos y leyes.

46. Estas maldiciones serán una demostración contra ti y tus descendientes de que Dios te ha juzgado.

47. Todo es porque no quisiste adorar al SEÑOR tu Dios con alegría y sinceridad, a pesar de tener todo en abundancia.

48. Por eso servirás a tus enemigos que el SEÑOR enviará en tu contra, teniendo hambre, sed, desnudez y carencia de todo. Él pondrá un gran peso sobre ti hasta que te haya arruinado.

49. »El SEÑOR enviará contra ti una nación lejana, del final de la tierra, como el águila viene rápidamente del cielo. No conocerás el idioma de aquella nación.

50. Será una nación cruel que no respetará a los ancianos ni tendrá piedad de los jóvenes.

51. Se comerán las crías de tu ganado y las cosechas de tu tierra hasta que estés destruido. No te dejará grano, vino nuevo, aceite, terneros o corderos hasta que estés destruido.

52. »Esa nación te sitiará y atacará todos tus pueblos hasta que tus altas y fuertes murallas en las que tanto confías sean destruidas en toda tu tierra. Esa nación te sitiará y atacará todos tus pueblos en toda la tierra que el SEÑOR tu Dios te ha dado.

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