12. Allí estaba el cuerpo de Amasá todo cubierto de sangre en medio del camino. El hombre que lo vigilaba vio que todo el ejército se detenía a verlo. Entonces lo sacó del camino, lo puso en el campo y lo cubrió con un trapo.
13. Después de quitar el cuerpo del camino, la gente pasaba y seguía a Joab, uniéndose a él en la persecución de Sabá hijo de Bicrí.
14. Sabá hijo de Bicrí recorrió todas las familias de Israel rumbo a Abel Betmacá. Los beritas también siguieron a Sabá.
15. Al llegar Joab y sus hombres a Abel Betmacá rodearon el pueblo. Construyeron una rampa contra la muralla de la ciudad para poder treparla y también empezaron a derribar la muralla.
16. Al verlos, una mujer sabia que vivía en esa ciudad les gritó: —¡Escúchenme! Díganle a Joab que venga acá para que pueda hablar con él.
17. Cuando Joab fue a hablar con la mujer, esta le preguntó: —¿Es usted Joab? Joab contestó: —Sí, soy yo.
18. Entonces la mujer dijo: —En la antigüedad la gente decía: “Pide ayuda en Abel y encontrarás lo que necesites”.
19. Yo soy una de las muchas personas pacíficas y leales de este pueblo. Usted está tratando de destruir una metrópolis de Israel. ¿Por qué quiere destruir algo que pertenece al SEÑOR?
20. Joab contestó: —¡Yo no quiero destruir ni acabar con nada!