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2 Samuel 14:1-15 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Joab hijo de Sarvia sabía que el rey David extrañaba mucho a Absalón.

2. Por eso mandó a sus mensajeros a Tecoa para que trajeran a una mujer astuta. Joab le dijo a la mujer: «Vístete de luto, sin mucho arreglo, finge estar muy triste y haber llorado muchos días por alguien que ha muerto.

3. Ve a ver al rey y dile lo que te voy a decir». Entonces Joab le dijo a la mujer lo que habría de decir.

4. Cuando la mujer de Tecoa fue a ver al rey, se postró rostro en tierra y le dijo: —¡Ayúdeme, Su Majestad!

5. El rey David le dijo: —¿Qué te pasa? La mujer le dijo: —Soy viuda, mi esposo ha muerto.

6. Tenía dos hijos, pero un día pelearon en el campo y no hubo quién pudiera detenerlos hasta que uno mató al otro.

7. Ahora toda la familia está en contra mía y me dicen que les entregue al asesino para matarlo y vengar así a su hermano. Mi hijo es lo último que me queda. Si lo matan, me quedaré sin nadie. Él es el único que queda vivo para heredar a su papá. Mi difunto esposo no tendrá descendencia y sus pertenencias pasarán a manos de otro.

8. Entonces el rey le dijo a la mujer: —Regresa a tu casa que yo me encargaré de este asunto.

9. La mujer de Tecoa le dijo al rey: —Deje Su Majestad que la culpa caiga sobre mí, pues Su Majestad es inocente.

10. El rey le dijo: —Si alguien te amenaza, tráemelo y no volverá a molestarte.

11. La mujer le dijo: —Invoque Su Majestad el nombre del SEÑOR su Dios para que no me molesten más y no deje que castiguen a mi hijo por la muerte de su hermano, que no muera también este otro hijo. David dijo: —Tan cierto como que el SEÑOR vive que no tocarán ni un solo cabello de la cabeza de tu hijo.

12. La mujer dijo: —Permita Su Majestad que esta sierva suya diga algo más. El rey le dijo: —Habla.

13. Entonces la mujer le dijo: —¿Por qué ha planeado Su Majestad todo esto contra el pueblo de Dios? Al decir esto Su Majestad se declara culpable porque no deja regresar al hijo que desterró.

14. Todos moriremos un día. Seremos como agua derramada en la tierra, que ya no se puede recoger. Su Majestad bien sabe que Dios perdona. Dios tiene planes para los desterrados que buscan refugio. ¡Él no los destierra!

15. Le digo esto a Su Majestad porque la gente me atemoriza. Pensé para mí misma: “Me acercaré al rey, y tal vez él me ayude.

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