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2 Samuel 12:17-27 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

17. Los ancianos líderes de la familia de David iban a verlo y trataban de levantarlo, pero él se negaba a levantarse y a comer con ellos.

18. Cuando el niño murió al séptimo día, los siervos de David tenían miedo de darle la noticia porque pensaban que se podría hacer algún daño a sí mismo al recibir la noticia, ya que no los había escuchado cuando el niño aún vivía.

19. Pero al ver David que sus siervos murmuraban, comprendió que el niño había muerto. Así que les preguntó a sus siervos: —¿Ha muerto el niño? Los siervos contestaron: —Sí, ya ha muerto.

20. Entonces David se levantó, se bañó y se cambió de ropa. Luego fue a la casa del SEÑOR para adorar. Después regresó a su casa y les pidió a sus siervos algo de comer.

21. Los siervos le preguntaron: —¿Por qué actúa así? Cuando el niño estaba vivo, usted se negaba a comer y lloraba, pero ahora que murió se levanta y pide de comer.

22. David les respondió: —Cuando el niño estaba vivo, ayuné y lloré porque pensé: “¿Quién sabe? Tal vez el SEÑOR se compadezca de mí y deje vivir al niño”.

23. Pero ahora el niño murió. ¿Para qué ayunar? ¿Puedo acaso devolverle la vida? Algún día iré adonde él está, pero él no puede volver a mí.

24. Entonces David fue a consolar a su esposa Betsabé y se acostó con ella. Betsabé quedó embarazada de nuevo y tuvo otro hijo, a quien David llamó Salomón. El SEÑOR tuvo agrado del niño.

25. El SEÑOR envió al profeta Natán para ordenar que lo llamaran Jedidías.

26. Joab atacó Rabá, capital de los amonitas y tenía rodeada la fortaleza del rey.

27. Envió mensajeros a David para decirle: «He atacado Rabá y he capturado los depósitos de agua de la ciudad.

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